martes, 16 de julio de 2013

Niños perdidos

LOS NIÑOS PERDIDOS


De la infancia desdibujada a la infancia apalabrada

          Miré por mi ventana y no vi ningún niño; cerré los ojos y no escuché sus risas -"¿Dónde están?"-me pregunté. Salí a pasear con esta duda en mi cabeza y volví a mirar, esta vez a los adultos; hombres y mujeres deambulando por la calle de acá para allá, con gestos fríos y miradas esquivas-"¿Dónde quedó su niñez?"-volví a preguntarme. Llegué del largo y contemplativo paseo y, al abrir la puerta de mi hogar, me dije a mí misma:-"La infancia se ha perdido"-. 


Pensar en esta incapacidad de habar (in-fancia) es reflexionar sobre sus DOS CARAS

  • Una, la de la etapa vital del pequeño desde que nace hasta su pubertad. Ser singular que se maravilla ante las cosas por el mero hecho de su existencia. Se trata del recién llegado que se descubre y explora su entorno para pintarlo de colores.
  • Otra, la de la actitud del hombre ante la vidaque le permite ver la realidad con ojos siempre nuevos y recordar que en algún momento no sabía nada y aún así, era feliz.


¿Y por qué nos atrevemos a afirmar la pérdida de la infancia? A continuación, explicaremos la situación actual, causas y consecuencias de esta desaparición.


 Por un lado, pensemos en la INFANCIA COMO ETAPA VITAL:

  • Al contemplarla observamos que todo en el niño ha cambiado (su forma de hablar, de vestir, de pensar, de actuar...) nada de él nos separa del recuerdo de un adulto. Son precoces, demasiado maduros para su edad. Copias de "estrellas" millonarias que exigen tener algo más (que no algo mejor).
  • La principal causa de este cambio es un lema que conocemos bien: ¡Prodúceme, cómprame, reprodúceme! ¡Todo lo que quieres lo tengo! ¡Todo yo proponga lo desearás!
  • Como consecuencia nos encontramos con la ausencia. Niños que han pasado de posibilidad a promesa pactada; tiernos zombies considerados enfermos por su inquietud y viveza; pequeños modelos con patrones de modas famélicas; individuos de pocos años con sus masas grises inactivas. Aquellos que han olvidado qué es jugar con su cuerpo y experimentar a través de las palabras, ahora retozan con su pulgar diestro y esperan a que la imagen les engulla. En definitiva, sujetos" replicantes" con todas nuestras taras incluidas.

 Por otro lado, pongamos nuestra mirada en la INFANCIA COMO ACTITUD VITAL:

  • Actualmente, esta disposición del ánimo es invisible. Las formas informes de la niñez se han perdido. No hay permiso para palabras nuevas, atuendos creativos, pensamientos divergentes o actos revolucionarios que cambien de raíz lo establecido.
  • En esta ocasión la causa también es conocida y se resume en el lema: " Cállate, escóndete, cúbrete y párate; título que se resume en: "No seas nadie para que yo lo sea todo para tí. Tú serás el peón, el maniquí, una careta en blanco: yo seré tu reina, tu sayo, tu máscara veneciana."
  • En consecuencia, vemos hombres mutilados de gargantas secas, que repiten palabras sin sentido para su vida, pero con todo el significado en la estabilidad política. Individuos con uniformes, de traje y corbata, de mono y cremallera, de tiza y bata blanca. Sujetos miopes por prescripción superior. Autómatas que encallan sus raíces y envejecen en el mismo sitio, con sus troncos retorcidos y agrietados, impasibles, inmóviles, casi inertes.
      Vistas las dos caras de la infancia y revisada su situación, no todo es pesimismo. La educación y la formación permanente nos brindan siempre la posibilidad de mejorar, de guiar a la infancia y dejarla ser; de reorientar al hombre y ayudarle a recordar como fue en algún momento. De esta manera, proponemos:


Acciones destinadas a la INFANCIA COMO ETAPA VITAL:

  • Dale al niño su tiempo y no adelantes su madurez. Porque el pequeño aun siendo inmaduro es tan persona como el adulto y el anciano ¡Déjale crecer y consiéntele vivirlo!
  • Permítele balbucear y ser reconocido como el mejor dadaísta, artista, irracional y bello.
  • Concédele la desnudez con telas y el disfraz sin artificios, con su propia capacidad para expresarse a través de su cuerpo y de los colores que le cubren.
  • No impidas que mire al mundo y lo descubra sin palabras, porque quizá vea algo que alguien antes no vio, y quizá nunca nadie pensó.
  • Acompáñale en el juego de  "ser mayor", el de correr, de moverse, de caerse y aprender siempre.



Acciones dirigidas a la INFANCIA COMO ACTITUD VITAL:


  • Recuerda el niño que eres y que sigue estando en ti  aun cuando sus latidos sean lejanos y adormecidos
  • Inventa una palabra nueva al reconocer un sentimiento perdido.
  • Elige  tu apariencia, reflejo fiel del que llevamos dentro y por lo que estamos orgullosos.
  • Mira con ojos vivos, que se alimentan de la luz, de las sonrisas, de las miradas. Ojos limpios que nadie nunca podrá manchar con imágenes impresas. 
  • Piensa que todo es posible porque solo tú puedes hacerlo.
  • Vuelve a jugar y a jugar, como en el origen. En tus charlas, en tus susurros y en tus actos del hoy del ahora. Porque la vida no es más que eso, un juego.



          Niños perdidos, pero no olvidados ni fallecidos. Niños pequeños y adultos que están y seguirán estando. Infancia del ser, que se desdibuja y vuelve a dibujarse de nuevo, porque está en nuestra naturaleza la esperanza de lo no vivido, del futuro y del mañana, del que nadie ha sido todavía...




¡Ay, horas de la niñez,
cuando detrás de las figuras había algo más
que un pasado tan sólo, y el futuro ante nosotros no existía! (...)
Y sin embargo, en nuestro solitario caminar
sentíamos el goce de lo duradero y nos quedábamos ahí,
en el intevalo entre mundo y juguete.

Rilke, R.M. (1999). Elegías de Durino, ob. cit., p. 49)



Educando para vivir; formando para llegar a ser. Buen camino a todos....


Nos vemos en: